El presidente saliente Joe Biden anunció hoy que cree que la Reparación para la Igualdad de Derechos (ERA) cumplió con los requisitos de ratificación y ahora es la resarcimiento oficial número 28 a la Constitución, una comunicación que no tiene fuerza permitido ya que la resarcimiento permanece inédita.
“Estoy de acuerdo con (la Asociación de Abogados de Estados Unidos) y con destacados eruditos constitucionales en que la Reparación de Igualdad de Derechos se ha convertido en parte de nuestra Constitución”, dijo Biden en un comunicación publicado por la Casa Blanca. “Ya es hora de confesar la voluntad del pueblo estadounidense. De conformidad con mi voto y mi deber para con la Constitución y el país, afirmo lo que creo y lo que tres cuartas partes de los estados han ratificado: la 28ª Reparación es la ley de la tierra, garantizando a todos los estadounidenses los mismos derechos y protecciones delante la ley, independientemente de su sexo”.
Los comentarios de Biden no son una orden ejecutiva que exige que el archivero franquista publique la resarcimiento, sino más proporcionadamente una comunicación de creencia que contradice la opinión permitido contemporáneo del Área de Probidad y del archivero. El presidente no tiene ningún papel constitucional en el proceso de resarcimiento.
“A descuido de una obra por parte del Archivista que resista el investigación de los tribunales, la opinión consultiva de Joe Biden de que cree que la Reparación de Igualdad de Derechos ratificada es vacía, vana, entregada a los vientos”, dice Walter Olson, investigador principal del Instituto Cato Robert A. Centro Levy de Estudios Constitucionales.
El Congreso aprobó la ERA, que prohíbe la discriminación por motivos de sexo, y la envió a los estados para su ratificación en 1972, contiguo con un plazo de 10 abriles. Pero cuando pasó la época tope de 1982, a la ERA le faltaban tres estados para alcanzar los 38 requeridos, y varios otros estados habían intentado rescindir sus votos de ratificación.
Sin secuestro, la ERA resurgió durante la primera dependencia Trump y tres estados más votaron a honra de ratificarla, y Virginia se convirtió en el estado número 38 en hacerlo en 2020. Los demócratas, encabezados por la senadora Kirsten Gillibrand (demócrata por Nueva York), han estado presionando Biden reconocerá la ERA, argumentando que el plazo impuesto por el Congreso era inconstitucional.
La archivera franquista, Colleen Shogan, rechazado ese puesto en diciembre y emitió un comunicado diciendo que no certificaría la ERA. Shogan citó fallos judiciales y opiniones del Área de Probidad. En 2020 y nuevamente en 2022la Oficina de Consultorio Jurídica del Área de Probidad “concluyó que el Congreso tenía autoridad constitucional para imponer ese plazo y que, correcto a que 38 estados no habían ratificado la resarcimiento propuesta ayer de la expiración de ese plazo, la ERA no es parte de la Constitución de los Estados Unidos y el Archivero de los Estados Unidos no podrá certificarlo como tal.”
hay un argumento oficial que los plazos para la ratificación son inconsistentes con el Artículo V de la Constitución, pero incluir la ERA en la Constitución es un mal proceso constitucional y enturbiará aún más las aguas legales. El hecho de que Biden solo anunciara que cree que la ERA es la “ley del país” cinco abriles posteriormente de que supuestamente lo fuera, y en los últimos días de su mandato, pero se negara a hacer poco para hacerla cumplir o publicarla, lo dice todo sobre la seriedad de su posición y la seriedad de su presidencia.
El Congreso y el poder legislativo tienen el poder claro de resolver el status de la ERA, y ahí es donde se decidirá apropiadamente, no en publicaciones de blog de un presidente históricamente impopular.