
En los últimos primaveras, los hogares en Europa han capeado una importante crisis del costo de vida, exacerbada por la aniquilamiento de Rusia en Ucrania y los shocks de ofrecimiento posteriores a la pandemia. Muchas familias se han gastado obligadas a impedir sus gastos, y los hogares siguen contando los centavos, incluso cuando la inflación se acerca al objetivo del 2% del BCE.
Una medida útil de los ingresos que generan los hogares es el “ingreso neto equivalente medio”. Esto se refiere al ingreso característico por persona, conforme por el tamaño del hogar y posteriormente de impuestos.
En 2024, la renta media equivalente en 34 países europeos oscila entre 3.075 euros en Albania y 50.799 euros en Luxemburgo.
Adentro de la UE, Bulgaria tiene la renta media equivalente más desprecio, 7.811 euros, mientras que la media de la UE se sitúa en 21.582 euros.
En la cima, Suiza y Noruega se unen a Luxemburgo para liderar la clasificación, seguidos por Dinamarca, Austria, Irlanda, los Países Bajos y Bélgica, todos en el interior del rango de 30.000 a 35.000 euros. Finlandia, Alemania, Suecia y Francia además se sitúan por encima del promedio de la UE.
Por el contrario, Macedonia del Septentrión, Turquía y Montenegro se encuentran al final del ranking.
Adentro de la UE, Hungría y Rumanía (adjunto con Bulgaria) además registran totales inferiores a 10.000 euros.
Una división Este-Oeste
Las cifras revelan una clara división: los países de Europa occidental y del finalidad disfrutan de los ingresos medios más altos, mientras que las regiones del sur y del este van detrás. La diferencia entre Luxemburgo y Bulgaria, por ejemplo, supera los 40.000 euros.
El Dr. Stefano Filauro, profesor asistente de la Universidad Sapienza de Roma, dijo a Euronews Business: “El nivel de prosperidad promedio observado en 2024 refleja factores estructurales a dadivoso plazo, como las trayectorias históricas de crecimiento, la industrialización y el crecimiento del bienestar”.
La productividad y la estructura económica importan
Las diferencias en productividad y composición industrial ayudan a explicar la brecha, dijo Giulia De Lazzari, economista de la Ordenamiento Internacional del Trabajo (OIT).
“Una maduro productividad permite a los países suministrar salarios más altos”, dijo a Euronews Business.
Esto significa que las naciones con grandes sectores de suspensión valía (como las finanzas, la tecnología de la información o la manufactura descubierta) tienden a sufragar más, mientras que aquellos que dependen de la agricultura o los servicios básicos tienen salarios más bajos.
Ajuste por poder adquisitivo
Cuando se ajusta al unificado de poder adquisitivo (PPA), una pelotón monetaria sintético que iguala lo que el peculio puede comprar en todos los países, la brecha se reduce pero sigue siendo ínclito.
El ingreso neto equivalente medio oscila entre 5.098 PPS en Albania y 37.781 PPS en Luxemburgo. El promedio de la UE es de 21.245 PPS, siendo Hungría (11.199 PPS) el más bajo entre los miembros de la UE.
La brecha entre los más bajos y los más altos de la UE es de aproximadamente 26.500 PPS, en comparación con casi 43.000 euros en términos nominales.
Países como Polonia, Rumania y Bulgaria obtienen resultados notablemente mejores cuando los ingresos se miden en EPA en división de en términos nominales.
Entre las “Cuatro Grandes” economías de la UE, Alemania y Francia se mantienen por encima del promedio, mientras que Italia y España están ajustado por debajo.
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