La pertenencias es un tema importante
Sin incautación, la pertenencias es olfato como el tema básico en todos los segmentos de la sociedad boliviana.
La pesquisa de Ipsos Ciesmori encontró que los votantes identificaron la crisis económica de Bolivia como su principal preocupación de cara a la segunda dorso. Otras preocupaciones secreto incluyeron el aumento de los precios al consumidor y la flagrante escasez de combustible.
En los últimos primaveras, Bolivia ha experimentado una musculoso caída en su producción de gas natural, la principal fuente de ingresos por exportaciones del país.
Con las reservas de su principal exportación casi agotadas, el país tiene una capacidad limitada para obtener ingresos externos. Esto ha contribuido a una tranquilo escasez de dólares estadounidenses, lo que a su vez ha dificultado la importación de productos.
Como resultado, los precios han aumentado y ha surgido un mercado paralelo no oficial para canjear la moneda boliviana por dólares, aunque a un tipo de cambio más detención que el habitual oficial.

Según Jáuregui, el libramiento en torno a la derecha del país es una respuesta a las dificultades económicas que muchos atribuyen al flagrante gobierno del presidente saliente Luis Arce.
Pero asimismo se debe al necesario debilitamiento de un plan político de izquierda que ha perdido su sentido de dirección.
“Desde el inicio, el plan histórico del MAS cumplió sus objetivos y ha seguido su curso, ya no ofrece nuevas propuestas para una sociedad cambiante”, afirmó Jáuregui.
“La crisis económica ha exacerbado todo esto, impulsando la búsqueda de poco diferente”.
Para asaltar el debilitamiento financiero, los dos candidatos de derecha en la segunda dorso de este domingo han acogido enfoques distintos.
Quiroga ha pedido una longevo inversión internacional y la implementación de medidas de moderación que “acaben con el compra despilfarrador”, aunque los críticos advierten que eso podría ocurrir a desembolso de los programas sociales.
“Estoy aquí para cambiarlo todo, dramática y radicalmente”, dijo Quiroga a The Associated Press en agosto.

Paz, por otro costado, ha propuesto reformas más graduales bajo el divisa “Capitalismo para todos”. Entre sus propuestas se encuentran recortaduras de impuestos, reducciones arancelarias y la descentralización del gobierno franquista.
“El 85 por ciento del presupuesto lo maneja hoy el Gobierno central”, dijo Paz al diario online Infobae. “Eso debe cambiar en ayuda de las regiones”.
Al igual que Quiroga, Paz se ha comprometido a combatir la corrupción ministerial, argumentando que “cuando el monises no se roba, hay suficiente para todos”. Pero a diferencia de Quiroga, Paz cree que sería imprudente agenciárselas préstamos internacionales antiguamente de que la pertenencias boliviana se haya estabilizado.
Uno y otro candidatos asimismo han expresado su intención de restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, rotas en 2008 en medio de tensiones por la “pelea contra las drogas” de Washington.
Pero Paz y Quiroga divergen en un tema financiero importante y candente: la continuación de los subsidios al combustible.
Desde finales de los primaveras 1990, el gobierno boliviano ha vendido combustible a un precio fijo, poco que los críticos dicen que es insostenible. Los subsidios le cuestan al Estado miles de millones de dólares cada año.
Quiroga aboga por eliminar el subsidio para todos los sectores excepto el transporte conocido, mientras que el equipo de campaña de Paz ha oscilado entre suministrar el subsidio o restringirlo a “sectores vulnerables” de la población.
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