Síganos

6/recent/ticker-posts

Ad Code

Responsive Advertisement

La directora de 'Maixabel', Iciar Bollaín, habla de 'Soy Nevenka', un caso emblemático de acoso sexual en España

featured image

“Me fui a la cama en una de las [hotel room] “Y se tumbó a mi lado”, relata Nevenka Fernández, ex concejala del Ayuntamiento de Ponferrada, cómo fue violada en 2000 por su jefe, Ismael Álvarez, entonces todopoderoso alcalde de la ciudad.

“¿Por qué no te fuiste?”, pregunta la defensa de Álvarez en el juicio desatado por Fernández al llevar a Álvarez a la Justicia por acoso sexual.

“Él estaba a mi lado. Yo no podía moverme”, responde Fernández.

Vendida por Film Factory Ent. y en la competición principal del Festival de Cine de San Sebastián de este año, “Soy Nevenka” de Iciar Bollain –escrita con Isa Campo (“Offworld”), su coguionista en el éxito de taquilla “Maixabel”– está inspirada en hechos reales que llevaron a Álvarez a convertirse en la primera política en ser condenada por acoso sexual en España, en una sentencia judicial histórica 15 años antes del movimiento #Me Too.

La película no es sólo una crónica detallada de los hechos que se produjeron tras la sentencia. Álvarez ofrece una clase magistral de manipulación emocional, desde el menosprecio –se dirige a ella con el infantil “quenca”– hasta las acusaciones de inmadurez, de perder el control, las amenazas, la repentina súplica de perdón y el abuso sexual.

Bollaín no quiere que el público se limite a seguir el abuso, sino que sienta sus consecuencias físicas y emocionales, destacando una escena al principio de la película cuando Nevenka (Mireia Oriol, “Alma”) abandona su trabajo y huye vestida de doncella medieval de una procesión nocturna de los Templarios en Ponferrada, hasta que varios días después todavía se retuerce las manos cuando conoce a su abogado en Madrid.

Mientras tanto, la dirección de Bollaín construye desde elegantes y lujosas escenas de multitudes hasta tropos clásicos del género de terror con Álvarez como un cuasi ogro.

En vísperas de San Sebastián de este año, Bollaín habló en profundidad de lo que en muchos sentidos es su película más importante hasta el momento, una película original de Movistar Plus+ producida con Kowalski Films y Feelgood Media. Con el respaldo del mayor operador de TV paga/SVOD de España, Movistar Plus+ le otorga no solo fuerza financiera sino también poder de promoción, ya que “Soy Nevenka” se estrena en España el 27 de septiembre a través de Buena Vista International.

Un impacto sorprendente de “Soy Nevenka” es la sensación física del descenso de Nevenka Fernández a los infiernos, desde el elegante encuadre de sus primeros días de cuento de hadas con Ismael Álvarez hasta el horror del acoso, capturado con la claustrofobia de una película de género, donde Álvarez se convierte en un monstruo, hasta una sensación final de liberación….

Sí, queríamos seguir su viaje. La película empieza con mucha luz, es luminosa. Ella está muy feliz y empoderada. Es brillante e inteligente. Y las cosas van bien. Así que el encuadre es equilibrado. Luego, cuando desciende a los infiernos, torcemos los encuadres, trabajamos en una sensación de claustrofobia. Queremos que el público haga el viaje con ella. Su historia ya se ha contado. Hay un libro y un documental. Lo que la ficción puede ofrecer es que sientas ese viaje y lo vivas con ella.

“¿Por qué pasaste por semejante calvario? No tenías por qué aguantar todo lo que has contado hoy”, le pregunta el abogado defensor de Álvarez en el juicio. En “Soy Nevenka” se llega a entender su parálisis.

Sí, el acoso es muy difícil de explicar. Puede ser sutil y repetirse durante mucho tiempo. Y eso es un verdadero desafío porque si se repite la misma situación, los espectadores no quieren volver a verla. Algunas cosas sucedieron en varias ocasiones, pero solo se las hemos contado una vez.

Tal como lo interpreta Urko Olazabal, Álvarez se convierte en una especie de monstruo, por la forma en que levanta lentamente la cabeza, o se acerca a ella por detrás, o aparece de repente en su puerta…

O la forma en que mueve la cabeza hacia adelante. El trabajo de Urko me impactó mucho porque en la vida real es mucho más contenido en sus gestos. Pero aquí es un ganador, extrovertido, pero cuando es malo, tiene algo de cocodrilo, esperando en la orilla de un río, parece un tronco, y luego te agarra. A veces su personaje es resaltado por la cámara, a veces es el trabajo de Urko, cómo adquiere una sensación de severidad, apenas se mueve y su mirada está vacía de emoción.

Y a veces se hace la víctima, preguntando si Nevenka quiere que le obligue a suicidarse o la menosprecia por ser una niña pequeña…

Sí, pobrecito. La artillería pesada del machismo. Y es muy bueno confundiendo. A veces está de buen humor y, de repente, en un mismo momento, cambia de tono, se muestra glacialmente frío y Nevenka no sabe cómo reaccionar, qué se espera de ella, se queda paralizada, por ejemplo, sobre si subirse al coche para la boda.

¿Tu principal inspiración son tus conversaciones con ella?

Nos contó muchas de ellas y cómo se sentía. Algunas provienen del libro de no ficción de Juan José Millás, “Hay algo que no es como me dicen”, que fue nuestra fuente inicial. Y luego los testimonios de otras mujeres que sufren acoso sexual. Empiezas a ver lo mismo. Hay un patrón. Hay un método.

También creas una sensación casi mítica del tiempo, de dos mundos: el de un Madrid moderno y el de Ponferrada, donde los acontecimientos alcanzan su clímax en la Noche de los Templarios medieval de Ponferrada, con Nevenka vestida de doncella y Álvarez su caballero y señor.

La ficción te permite moldear el sentido de una película. A mí me interesaba mucho eso. Ismael Álvarez tenía un toque populista, sabía llevarse bien con la gente, se dejaba ver. Mucha gente le apreciaba mucho. Entonces, ¿cómo podemos decirlo? Terminamos rodando dos procesiones, una al principio de la película, cuando su relación con Nevenka es una, y luego la Noche de los Templarios, donde ella termina huyendo a su casa. En realidad, lo hizo en un día normal. Pero en términos dramáticos la Noche de los Templarios ayudó a contar nuestra historia.

Movistar Plus+ anunció este mes de enero su primera programación cinematográfica, entre la que se encontraba “Soy Nevenka”. Domingo Corral, director de contenidos de ficción y entretenimiento de Movistar Plus+, la definió como “hacer cine de acontecimiento. Algo como ‘Soy Nevenka’ demuestra nuestro compromiso de ir más allá que antes”. ¿Podrías comentarlo?

“Movistar nos apoyó mucho en la película, permitiéndonos participar en un rodaje muy difícil. Rodamos por todas partes, en Bilbao, Zamora e Inglaterra. Además, la película está ambientada en el año 2000, por lo que había que cuidar cada detalle, desde los coches hasta los edificios, pasando por el maquillaje, la peluquería y el vestuario. Todo eso hizo que fuera más caro, pero nos apoyaron mucho en todo lo que necesitábamos. Además, en Movistar+ tienen un potente mecanismo de promoción que otros grupos españoles no pueden igualar. Para una película de cine, es un gran impulso conseguir publicidad en la televisión española.

Leer más Entertainment News in Spanish

Reactions

Publicar un comentario

0 Comentarios

Ad Code

Responsive Advertisement